Es una triste realidad que, debido a la pobreza y a la falta de ingresos, muchas familias se ven obligadas a dormir fuera de las cárceles para visitar a sus seres queridos encarcelados. Lo que resulta especialmente trágico es que estas familias suelen verse aún más afectadas por la pérdida de su proveedor.

Queremos apoyar a estas familias y ayudar a garantizarles un alojamiento seguro mientras visitan a sus seres queridos. Creemos que nadie debería dormir en la calle, especialmente fuera de una prisión donde las condiciones de seguridad suelen ser deficientes y la violencia y las agresiones sexuales son habituales.

Nuestro objetivo es encontrar formas de financiar la construcción o compra de refugios que ofrezcan protección y seguridad a estas familias. Creemos que es importante que las familias que tienen que recorrer largas distancias para visitar a sus seres queridos en prisión tengan un lugar seguro donde dormir.